Siento mucho transmitir esta triste noticia que me acaba de llegar por un correo de Fernando Orellana y es el fallecimiento, en Bolivia, del Hermano Ángel. Os copio el correo recibido:
Hoy, día de todos los Santos, recibo la noticia del fallecimiento del Hermano Ángel Miguel Sánchez, a los 78 años de edad en Bolivia.
Querido Hermano Ángel:
Sabes que en todo el mundo muchos hemos estado rezando por ti estos días y siguiendo las evoluciones en tu estado de salud.
Nos has dado un gran testimonio de entrega y coherencia sacrificándote, aún más, en los últimos años en Bolivia donde has podido hacer real el sueño de Marcelino de comunicar a los niños cuánto los ama Dios. De entregarte a los más desfavorecidos del mundo, de apoyar a los Hermanos y Educadores con tu PRESENCIA.
Recuerdo él ultimo día que pude estar contigo en la consulta, fui uno de los pocos privilegiados de los que te despediste; te fuiste en silencio con toda SENCILLEZ y HUMILDAD, sin hacer ruido para no recibir halagos humanos.
Gracias por los años que has estado en nuestra Málaga, como fundador del COU, como Director, como Superior de la Comunidad, como asesor de los Antiguos Alumnos, una Asociación que renació gracias a ti.
Seguro que nuestra Buena Madre, la Virgen de la Victoria, te ha tomado en sus brazos y te tiene en su otra rodilla junto a Jesús.
En la Eucaristía de hoy, uno de noviembre, tenemos un Santo más a quien festejar.
Seguro que nos puedes decir como Pablo a Timoteo:
Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el momento de mi partida es inminente.
He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.
Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida.
La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone.
Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león.
El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo.
A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Hermano Ángel, gracias por tu vida, tu presencia, tu testimonio, tu entrega, tu ser MARISTA.
Goza de la LUZ y la PRESENCIA de Dios y acuérdate de todos nosotros. Un fortísimo abrazo. Fernando.